En el año 2013, COPERA Infancia realizó una
investigación sobre la violencia familiar denominada “
Tolerancia social a la violencia hacia los niños y las mujeres” en
las comunidades de las regiones de Apurímac,
Ayacucho, Huancavelica, Junín, Loreto y Ucayali para conocer lo que hay detrás
de la violencia hacia los niños. Las regiones mencionadas son las zonas donde Copera Infancia ejecuta el proyecto “Comunidades dicen No a la violencia” para
contribuir en la erradicación del maltrato físico de los niños.
En el Perú el 31.7%
[1] de niñas y
niños son violentados físicamente por sus progenitores y en las regiones de Apurímac,
Ayacucho, Huancavelica, Junín, Loreto y Ucayali se indica que la cifra de niños
maltratados sube a 50.3%, casi el doble del resto del país.
Los resultados del estudio confirmaron que los
niños son víctimas de maltrato por parte de sus padres (32,7% por las madres y
30,8% por los padres de las regiones mencionadas
),
pero es preocupante también que los mismos niños consideran que estos castigos
físicos y verbales que reciben de sus padres son medios legítimos y necesarios
para su formación.
Familias que maltratan
Reciben más castigo físico los niños entre los 6 y 11 años de
edad. Las niñas son más castigadas de forma verbal, mientras que los niños de
forma física. Los adolescentes son menos castigados en forma física, sobre todo
por temor a sus posibles respuestas violentas.
Las Madres y padres emplean principalmente el castigo físico para
corregir a sus hijos y formarlos en obediencia y respeto, valores que
tienen en alta estima. La violencia no es condenada, sino aprobada cuando busca
"hacer el bien". La formación con rigor está tan normalizada que
hasta los mismos niños y adolescentes piensan que cuando sus padres los
reprenden severamente, es porque se han portado mal, que se lo merecen y que lo
hacen por su bien.
"Cuando son grandes les pega más, también a
los pequeñitos les pega, pero cuando son pequeños les tira palmadas en su
trasero y cuando son grandes con chicote… y más duro cuando creces”, niños de Ayacucho.
Violencia de pareja
El maltrato infantil es más probable en familias
con antecedentes de violencia: las madres que hoy castigan en forma física a
sus hijos, también fueron castigadas en forma física por sus padres y
actualmente sufren violencia por parte de su pareja.
Cuando la madre es víctima de la violencia por
parte de su pareja, también son afectados sus hijos. La violencia entre la
pareja se produce por relaciones desiguales, dificultades para resolver
conflictos en forma dialogada, pobreza y otros problemas cotidianos que generan
estrés.
“Por los mismos problemas que una
está pasando. Estamos renegando y nos pagamos en los niños”, Madre de Junín.
Comunidades
toleran la violencia
La relación familiar sirve de excusa a los progenitores que
maltratan a sus hijos, por considerar que la crianza y formación de sus hijos
es un asunto privado. Las autoridades, los dirigentes comunales y la población
creen que los hijos son propiedad de los padres y que éstos pueden hacer lo que
quieren con ellos, sin reconocerlos como personas con dignidad y derechos.
“A mi sobrinita su mamá le pegaba. Un día he
llamado a la policía y la policía dijo: esos problemas que ustedes tienen,
nosotros no tenemos nada que ver con eso”, adolescente de
Iquitos.
Pequeños cambios
En el estudio también se
halló que existe un pequeño número de madres y padres que están
cambiando sus prácticas tradicionales de crianza infantil, basadas en la violencia, por otras más saludables como el uso de la comunicación
interpersonal, el respeto y el afecto. Asimismo,
los servicios de protección hacia la infancia y mujer están siendo cada vez más
visitados por las mujeres.
El estudio revela lo enquistada que está la
violencia en los hogares peruanos, con un supuesto fin formador de los niños y
de resolución de conflictos en la pareja.
Revertir la situación actual es el objetivo del proyecto “Comunidades dicen No
a la violencia”. Por ello, COPERA Infancia promueve ahora la campaña “Más te quiero, más te respeto. Renueva el
amor en casa”.